Samantha obtuvo su nombre del sexy personaje interpretado por Kim Catrall en Sex & The City, que en una época gustábamos de ver fielmente.
Nació en agosto y llegó a casa un 9 de septiembre del 2004. Rápidamente nos ocupamos de que estuviera cómoda, procurando nosotras achocarle cuanto trapo teníamos a la mano. También se la presentamos a Bridget, quien no sabía que hacer, si llorar, reír o cagar. Jejejejeje, algo drástico, ¿no? Pero Samantha tenía que pasar sus primeros días dentro de la casa para después aventurarse definitivamente en los terrenos de Bridget.
También nos dio dolores de cabeza con los areneros de los gatos. Yo no sé qué fetiche tienen los perros con la caca.
Notamos que Bridget ya había madurado cuando Samantha comenzó a vivir con ella. Se notaba la expresión de la negra como diciendo "assshhh, qué infantil eres". Y pronto, Samantha aprendió a ladrarle a los extraños que transitaban por la calle.
Durante las tardes, y bajo supervisión, las dejábamos quedarse dentro de la casa. Pero cuando llegaron las húmedas y bajas temperaturas de 18° del invierno, optamos por subir a una mesa los areneros y dejar que las perritas durmieran dentro de la casa, en un cobertor que ellas preferían tener a la puerta de nuestra habitación.
Cabe mencionar que ellas dos no eran las únicas que se echaban en la cobija. Uno que otro gato se les adelantaba y les ocupaba la cálida cama, echándose ellas a un lado como diciendo "ya, qué remedio". Pero ellas que se los consentían.
Posteriormente, y en la historia de Paris, relataré cómo Samantha se quedó sola... y luego cómo se perdió con Lucas.... Pero esas serán dos historias más que ayudarán a entender las palabras de este párrafo.
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