Mara nunca se ha caracterizado por ser muy sociable con otros gatos. Sin embargo, una vez que se habitúa a verlos diariamente ya no les gruñe. Gracias a su caracter se ganó el mote de "Grouchy Mara" (Mara Enojona).
Ya tiene casi tres años, pero sin embargo desde noviembre pasado notamos que se le comenzó a caer el pelo. Al principio eran zonas pequeñas, pero se han incrementado y da la impresión de que ella se lo ocasiona al lamerse.
No notamos que hubiese presencia de pulgas; lamentablemnte la pérdida de pelo no fue temporal y acaba de regresar de estar bajo observación en la veterinaria durante algunos días. Ya se descartó que sea ocasionado por algún ácaro pues le realizaron raspados en tres zonas diferentes de la piel.
Tampoco se ha dedicado a rascarse en demasía y el lamido que realiza para asearse es el normal, nada exagerado.
El veterinario conoce la historia clínica de todos nuestros felinos y también tratamos de tenerlo al tanto del ambiente que hay en casa. Conversando sobre ello, comentó que una de las causas se deba al estress que pudiera haberle ocasionado la mudanza y re-mudanza que se llevó a cabo en octubre pasado. Una versión corta de la historia es la siguiente: la mamá de Lida nos invitó a mudarnos con ella. Accedimos y ya que nos instalamos todos (sí, hasta todos los mishos), un mes después nos invitó a salirnos. En tiempo récord hubimos de regresar todo y a todos.
Debido a esto es que pensamos que eso pudo ocasionar alguna especie de desequilibrio hormonal (posiblemente por el estrés) y, por consecuencia, debilitando los folículos del pelo.
Pero ella no fue la única. Algunos de los mininos también presentaron caída de pelo, pero esta vez sí por rascarse y/o lamerse en exceso. A
Boris, uno de los más peludos, comenzó a perder pelo desde la base de la cola, otrora grande y abundante;
Jack,
Bobby,
Kelly e incluso
Poirot también presentan ese síntoma. Pero curiosamente,
Grissom, quien es un gato muy miedoso, no resultó afectado, y tampoco
Charlize, que aunque no es muy nerviosa, en alguna ocasión fue muy sensible a afecciones de la piel.
Por lo pronto, nos han recomendado modificar la dieta de los gatos a algún alimento de mejor calidad, aunque esto representa un problema para nosotras, no sólo por la cuestión del costo, sino porque la presentación de estos no son lo suficientemente grandes e ir comprando bultos pequeños incrementa aún más el gasto en alimento (actualmente consumimos alrededor de 15 a 25 kgs. al mes).
Esta foto es de hace dos años, cuando todavía tenía su problema de "caída de pelo por estrés", y en donde me pedía su tributo por preparar chicharra cerca de ella.
