Electricista y plomero de gran envergadura, que siempre nos asombra con su lógica contundente, Armando es nuestro todólogo de cabecera; sin él, nuestra vida no tiene sentido. Tuve la suerte de trabajar con Maru durante algunos años en una conocida empresa de la ciudad y fuimos compañeras de confesión. Desde esa época ellos me mostraron su aprecio hacia los animales.
A continuación les muestro a estas dos consentidas de su casa: las hermanas Princesa y Coqueta:
2 comentarios:
Pero que lindas perrunas, si les hacen honor a sus nombres!!
Saludos felinos.
Los perros no son santo de mi devoción gatuna ¡muhahahá!, pero me alegro de que tengan un hogar en el que se las quiera.
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