La finca de reposo

Y de cómo pasamos el huracán "Dean"

Pues resulta que estando preocupadas por los gatitos Kuhn, a quienes íbamos a visitar dos veces al día para alimentarlos, y ante la imposibilidad de traerlos a La Casa (por cuestiones de espacio), decidimos que yo pasara el huracán en casa de los gringos y también que Gizmo estuviera ahí con el objeto de que estuviera tranquilo e incluso más vigilado.

Estaba programado que Dean entraría a la Península por Quintana Roo el lunes por la noche (o amaneciendo martes), pero nosotros nos instalamos ahí desde el viernes.

Mientras a mí me comían los nervios revisando las gráficas de todas las fuentes habidas y por haber, Gizmo andaba fascinado con la alberca:

"Señora tortuga, ¿me enseña a nadar?"

"Yo si me echo un chapuzón"

Ya Gizmo come mejor, más de lo que quisiéramos porque a cada rato pide comida, y estamos notando que está un poquito más largo aunque nos gustaría que engorde un poco más, ya que aún se le sienten mucho los huesos.

Lida estuvo sola con el resto de Los Malcriados. A Samantha y a Morgana las llevamos a casa de mi papá, donde mi hermano nos hizo el favor de hacerse cargo de ellas, y el veterinario nos sugirió que el resto de los perros estuviera sedado durante el paso del meteoro. Así que desde el lunes Lida lavó, preparó y acondicionó las casas de los canes dentro de la casa.

El martes amaneció con mal tiempo (lluvia y vientos) y a esa hora Lida metió a los perros en sus contenedores y les dió los medicamentos para que estuvieran tranquilos, lo cual fue de mucha ayuda para que no estuvieran ansiosos.

Afortunadamente, el meteoro había sido empujado hacia el Sur de la Península y a nosotros sólo nos tocaron vientos fuertes y algo de lluvia. Pero a sugerencia de las autoridades (estuvimos en alerta roja durante el lunes y martes) estuvimos resguardados en nuestras casas.