Es inútil. Una no puede negarle la ayuda a un animalido desamparado. La llegada de Yoyito sucedió hace ya varios meses, el 5 de mayo para ser exactos. Algunos días antes de esa fecha acudimos a comprar nuestra cena a un localcito de hamburguesas cerca de La Casa. Nos sorprendió que un pequeño gatito andaba por el local y al preguntarle a los dueños, éstos nos dijeron que el gatito se había ido a regalar ahí y que lo habían dejado quedarse porque sus hijas lo querían.
Pero no dejamos de notar que el gatito habría de tener parásitos porque su abdomen estaba distendido e incluso yo les ofrecí a quedármelo porque se notaba que estas personas, a pesar de su "buena voluntad" como que no eran de darle mucha atención a lo que no fuera humano. El señor me dijo que lo iba a llevar al veterinario y "bla, bla, bla".
Días después decidimos volver a comer de ahí y Lida fue por la comida. Cual no fue mi sorpresa de que regresó sin hamburguesas y con un gatito envuelto en su camiseta. Al parecer estas gentes se fueron de vacaciones y al minino lo dejaron desamparado.
Eso fue causa de mucho enojo de mi parte porque rechazaron mi ayuda. No sé en qué les hubiese perjudicado eso. De plano que la gente es egoísta sólo por querer serlo.
Pero a este pequeño ser, ahora a salvo con los demás Malcriados, había que ponerle nombre y Lida tuvo la gran idea de nombrarlo con el apodo con el que cariñosamente se conocía a mi padre: Yoyo.
Pero no dejamos de notar que el gatito habría de tener parásitos porque su abdomen estaba distendido e incluso yo les ofrecí a quedármelo porque se notaba que estas personas, a pesar de su "buena voluntad" como que no eran de darle mucha atención a lo que no fuera humano. El señor me dijo que lo iba a llevar al veterinario y "bla, bla, bla".
Días después decidimos volver a comer de ahí y Lida fue por la comida. Cual no fue mi sorpresa de que regresó sin hamburguesas y con un gatito envuelto en su camiseta. Al parecer estas gentes se fueron de vacaciones y al minino lo dejaron desamparado.
Eso fue causa de mucho enojo de mi parte porque rechazaron mi ayuda. No sé en qué les hubiese perjudicado eso. De plano que la gente es egoísta sólo por querer serlo.
Pero a este pequeño ser, ahora a salvo con los demás Malcriados, había que ponerle nombre y Lida tuvo la gran idea de nombrarlo con el apodo con el que cariñosamente se conocía a mi padre: Yoyo.
El pobre Yoyo, además de la evidente invasión de parásitos, estaba muy desaliñado y algo apático, pero estábamos seguras que después de la obligada visita al veterinario en un par de semanas estaría como nuevo.
Resultó ser un gatito muy cariñoso pero también bastante travieso, lo cual significa que se encuentra bien de salud. Ahora tiene un pelaje muy suave y resultó ser un gordito abrazable y manoseable.
En noviembre ya fue operado, así que ya no le puedo decir "Yoyo, the melocoton cat". Hoy, siete meses después de su llegada, Yoyo luce así:
Resultó ser un gatito muy cariñoso pero también bastante travieso, lo cual significa que se encuentra bien de salud. Ahora tiene un pelaje muy suave y resultó ser un gordito abrazable y manoseable.
En noviembre ya fue operado, así que ya no le puedo decir "Yoyo, the melocoton cat". Hoy, siete meses después de su llegada, Yoyo luce así:
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