Las niñas de Carmela ya tenían 6 semanas cuando mi mamá me dijo que en el albergue donde ella vive murió una gata, dejando huérfanas a sus crías. El personal me dio con gusto al gatito que quedaba, una hembrita hambrienta que lloraba a su madre.
Aunque ya tenía los ojos abiertos, la pequeña aún no tenía dientes para masticar croquetas y todavía dependía de su mamá. Tuvimos que pedir leche especial para gatitos y nos dimos a la tarea de alimentarla.
Posteriormente comenzó la tarea de convencer a Carmela de que adoptara a la pequeña, pero rotundamente la rechazó.
Seguimos insistiendo y descubrimos que los gatos también por la boca caen. Carmela es muy golosa y mientras amamantaba a sus crías le dábamos queso como golosina, mientras le colocábamos a la gatita. El truco resultó.
Varias veces hicimos lo mismo hasta que dejó de rechazar a la pequeña Bailey, nombre que recibió por el personaje del mismo nombre en la serie Grey's Anatomy.
La diferencia en tamaño era notoria; mientras las Ixies corrían y brincaban trepándose en todo, la pequeña Boo apenas podía dar unos pasos intentando alcanzarlas. Pero fue persistente. Además de alimentarse de Carmela seguimos dándole la leche de Royal como complemento. Y este fue el resultado:
La pequeña BooBoo, a pesar de haber sido muy traviesa es muy cariñosa.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario