donde hemos encontrado nuevos amiguitos.
Al principio pensamos que sólo un gato negro andaba por los techos, pero luego descubrimos más.
A este negro lo bauticé como Percy el II, ya que baja, conversa y convive como no lo hace mi querido Percy, el que vive con los Malcriados. Es un fresco y le encanta pasarla bien:
Luego descubrimos que hay otro negro que vagabundea por ahí y, ante la confusión, lo único que se me ocurrió, fue llamarlo Percy el III. Pero Percy el III es igual de tímido y escurridizo que el original Percival, así que sólo nos contentamos con verlo de lejos.
También bajan un par de gatitas, una siamesa peluda, a quien le puse Chamechita y otra de pelaje chirmoleado, a quien le puse Tanegrita, sólo que a esta última hace algún tiempo que no la vemos por estos parajes. He aquí a la Chamecha:
Y todavía no he logrado captar imágenes de otro gato grande, muy escurridizo, posiblemente más viejo, a quien le he puesto El Pelotas.
2 comentarios:
Pero qué gatazos tan grandesssssss.
Luna y Zeus
Lo bueno tranquilita es que, al principio a ti era a quien no le gustaban los gatos, jijiji
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