El Elefante Blanco

Imagen de Maxi

Recién acabo de recibir un correo de nuestra querida amiga Silvia Cortés, conteniendo una reflexión que quiero compartir con ustedes:

La mayoría crecemos repitiendo lo que los adultos hacen y muy pocos cuestionamos el porqué o si lo hacemos nos conformamos con cualquier respuesta, aún cuando nos queden dudas continuamos nuestras rutinas y fórmulas prefabricadas de la vida. Es la peor parte de nuestra "educación" : no invitar a nuestros niños y jóvenes a investigar más allá de lo que podamos responderles (¿qué tal si llegan a pensar distinto a nosotros?), a profundizar, a sacar conclusiones, A PENSAR y luego ELEGIR.

Así que vamos al circo, a la pelea de gallos o a los toros porque de niños nos llevaron y si en nuestra infantil sensibilidad nos pareció cruel, y preguntamos "¿no le duele?" y escuchamos maravillosas y bien reflexionadas respuestas como:

"Ya son otros tiempos, los enseñan con premios",
"Son animales, para eso están hechos",
"La descarga eléctrica es muy leve, no los daña",
"No sienten",
"Exageras, es sólo un animal",
"Es arte",
"Es cultura",
"Son nuestras tradiciones", etc,etc, etc.

Allí lo dejamos... por el resto de la vida. Allí detenemos nuestra evolución como SERES HUMANOS. ¿Para qué reflexionar al respecto si todo el mundo está conforme?

Y no lo digo gratuitamente, son las respuestas que se escuchan todos los días al hablar del sufrimiento de los animales no humanos, de personas de todos tipos de niveles socioeconómicos y culturales.

Aún si no fueran "amaestrados" de la manera en que lo son, el simple hecho de tener que sacar a un animal de su habitat natural, implica ya stress para él y en lo que a mí se refiere, es suficiente para no asistir a circos o espectáculo alguno en que participen (involuntariamente por supuesto) animales no humanos.

El Elefante, los osos, los tigres, los leones no son parte de la fauna del territorio mexicano, pero cada persona que asiste a ver actos con animales es complice de su explotación y de que se sigan extrayendo animales de su habitat natural desde lugares lejanos. Más aún, mientras se sigan explotando animales, los seres humanos seguiremos siendo explotados por quien tenga más poder, simplemente porque aunque haya quien no quiera reconocerlo lo que se práctica rutinariamente se vuelve válido.

Es triste ver que el mundo y en él, la ciudad en la que vivo, está llena de gente (con muy admirables excepciones) que vive en la cultura del "CERO ESFUERZO", a menos que el esfuerzo signifique algo de provecho para sí mismo, claro. Muy bien maquillado con discursitos y alguna buena acción para quedar bien y sentirse nobles personas de cuando en cuando. Tanto por hacer y tantos lamentos de quienes prefieren quejarse por no saber (aunque más bien es no querer) en qué invertir su tiempo, escudándose tras mil pretextos.

¡Salud! Por quienes han descubierto que para vivir conscientemente, ayudar y servir a otros, no necesitan hacer espacio extra en su corazón, pues estamos diseñados con el tamaño adecuado para dar cabida a todo tipo de afecto. Qué lástima por quienes han decidido usar sus capacidades y recursos sólo en sí mismos o en falsas necesidades.

Arqta. Silvia Cortés C.
EVOLUCION A.C.