Bristol

Pues ya que yo había aceptado a regañadientes (después de 3 gatuchas) que me gustaban los gatos, en alguna ocasión habré dicho que gatos amarillos no habrían de haber en la casa porque me recordaba aquel calificativo de "güero insípido" que durante muchas conversaciones tuvimos las féminas de preparatoria.

Bristol llegó sin querer. Una mañana decidió Lida ir al Centro y desde el camión vio que en la esquina de casa había un pequeño gatito amarillo. Ya en la tarde se percató que las vecinitas intentaba atraer con leche al mismo gatito. Ella se unió a las niñas y logró atrapar al minino, quien por cierto le propinó senda mordida en un dedo, cuyo dolor le duró varios días.

Resultó ser una hembrita. Pero

sentíamos que tener tres gatos era demasiado y decidimos llevarla a casa de nuestra amiga Gaby, ya que ella nos había comentado que era posible que adoptara a otro gato.

Ella aceptó pero a los dos días nos comunicó que posiblemente la diera en adopción porque Burbuja le hacía la vida imposible. Inmediatamente le dijimos que nos la devolviera.

Se me ocurrió llamarla Bristol, como la cartulina, ya que nosotras gustamos de las manualidades con papel.

Esta era la pequeña Bristol en sus inicios... Fecha: noviembre del 2003:

Uno de sus motes es "Chiquitita" ya que me daba la impresión de que la gatita no crecía y yo le echaba la culpa a Lida porque no la alimentó el suficiente tiempo con alimento para gatitos. Incluso cuando se le llevó a esterilizar yo sentía que la gata estaba demasiado pequeña. Sin embargo, creo que ahora alcanzó un tamaño adecuado, aunque eso sí, su complexión es delgada.

Me temo que tuve que tragarme mis palabras con aquello de no tener gatos "güeros". A la Chiquitita sin Calzón la adoro porque tanto en las mañanas como en las noches ella pide su momento de apapacho.

¿O será que eso es lo que quiero pensar? Posiblemente la gata lo que realmente piense sea "Chin... esta x'lá vieja ya me ocupó la hamaca... voy a tener que acostarme en el tub".

Bristol tuvo su OVH en abril del 2004.